¿Qué pensamos como enfermos?: como enfermos y con desconocimiento de los mecanismos de la bipolaridad, nos acomplejamos, nos confundimos, nos aislamos, no confiamos en nuestra psiquis pensando que en cualquier momento nos pasará otra mala jugada, el miedo nos impide sobreponernos y le creemos a sus mentiras truculentas, no nos atrevemos a confidenciar las idioteces que teje nuestra mente cuando se vuelve enferma, así es como nos sentimos solos e incomprendidos, pero la verdad que nadie más que nosotros dialoga con esta irrealidad y los demás poco pueden imaginar qué maquinamos ocultamente y solo porque en los episodios críticos la enfermedad nos domina de esta manera; vencer el silencio y atrevernos a revelar con un terapeuta nuestras rarezas, es una manera de ir tomando confianza de cuánta verdad equivocada hay de todas las confusiones y pesimismo que se está o se ha vivido.
Hay algo que si no entendemos como afectados por este Trastorno Afectivo Bipolar, nunca nos reencontraremos con nosotros mismos, es el tratamiento con los medicamentos, de no entender esto que es lo más básico para restablecernos y recomenzar, debemos saber que el futuro de nuestra mente podrá tomar un rumbo sin freno, que correrá alocadamente y precipitadamente y que nada más que el amor por sí mismo podrá decir sí, me merezco volver a vivir sin frenesí, sin la exaltación del ánimo, esa que se esconde en la bipolaridad.
La bipolaridad es una fantasía que nos desordena haciéndonos caer en el error, pero no nos aparta de ir en busca de nuestra propia verdad para sanar.
Hay algo que si no entendemos como afectados por este Trastorno Afectivo Bipolar, nunca nos reencontraremos con nosotros mismos, es el tratamiento con los medicamentos, de no entender esto que es lo más básico para restablecernos y recomenzar, debemos saber que el futuro de nuestra mente podrá tomar un rumbo sin freno, que correrá alocadamente y precipitadamente y que nada más que el amor por sí mismo podrá decir sí, me merezco volver a vivir sin frenesí, sin la exaltación del ánimo, esa que se esconde en la bipolaridad.
La bipolaridad es una fantasía que nos desordena haciéndonos caer en el error, pero no nos aparta de ir en busca de nuestra propia verdad para sanar.