viernes, 14 de septiembre de 2012

Cada quien puede saber qué silencia a su propia imagen interna.

Próximo Tema por Desarrollar. Saber del  por qué a algunos les es tan difícil reconocer que las debilidades emocionales nos llevan a una bipolaridad, dejo pendiente este planteamiento,

Invito a quienes no puedan aún aceptar el tratamiento o de no querer sentirse ser parte de este diagnóstico, escriban a los correos especificados en este blog, para que juntos hagamos un analices de las distintas miradas u observación de la realidad del Trastorno Afectivo Bipolar.

Entonces este planteamiento continuará.

Hoy 25 de Septiembre 2012 retomo el tema.

Algunas consultas llegaron a mis correos, pero más bien de familiares, queriendo saber qué hacer para que los pacientes cambien el sentido negativo en relación a la enfermedad.

Estando desequilibrados, no tenemos ninguna posibilidad de revertir o cambiar algo de eso que nos atrapa quitándonos la voluntad o capacidad de pensar en conseguir algún propósito, el que incluso podría ayudar a los que están a nuestro cuidado y sufren de vernos en un estado inmóvil, abstraídos de la realidad, de algún incentivo para cambiar lo que demora en dejarnos libre de eso desconocido, que se apropió de nuestros sentidos.

De ahí lo importante de considerar lo que nos haga conscientes, algo meritorio para uno mismo y seguir por un camino sencillo, el que nos permita sanar esa mente que se afecta al no entender nuestra propia vida, a veces, por haber querido  complacer mucho más a los demás que a nosotros mismos, cuántos han perdido su norte por haber dado lo que les parecía ser mejor y lo mejor puede volverse lo peor cuando no ponemos límites. La bipolaridad tiene relación con mí y tu mundo interior  y ella nos da la posibilidad de sacar las malezas que nos llevaron a afectarnos la salud mental.

Pero, hay otro escenario, aquel del cual el tratamiento nos lleva a reconocer que algo se trisó en nuestra existencia y provocó este capítulo extraño que logra revertirse con los medicamentos, tantas miles de veces pensamos que lo denso nunca dejará de tener poder y a veces, nos acomoda complacer a ese dominio y no nos importa sentirnos vencidos,  pero la fuerza está en dominar nosotros mismos las flaquezas a través del medicamento, si no resultó con uno, con otro resultará, si no resultó con una orientación profesional con otra resultará, vencernos a sí mismos es la principal acción, sin rabia, solo con constancia.

El tratamiento, nos sirve para estar más claros, para estar en contacto con el sano juicio, pero la enfermedad es más que el sano juicio, a veces, la inmadurez se mantiene en el tiempo y hasta podemos morir inmaduros, sin reflexionar ante nuestros porqué, porque es más común y fácil dejarse llevar por los caprichos, por esa soberbia que no está dispuesta a cambiar.

 Cuando nos enfermamos, es probable que al pasar el tiempo con la enfermedad, la soberbia aumente y se aleje la humildad, el auto castigo o el castigo hacia otros, nos perjudica dentro de nuestra fragilidad, si queremos sanar es necesario entendemos o si no seguiremos acongojándonos, sanos o enfermos somos dueños de nuestras decisiones, de nuestro destino y con bipolaridad o sin ella, el ser humano tendrá que aprender a vivir, a valorar su propio ser.

Lo mejor que me ha ocurrido con esta enfermedad, ha sido lograr la búsqueda de un pensamiento donde pueda encontrar mi propia verdad, llevándome a una independencia afectiva, a comprender que mi salud mental depende de mí, ¿qué puede calmar las emociones? Cada quien puede saber qué silencia a su propia imagen interna.

Por eso insisto, la bipolaridad no tiene relación tan sólo con el sano juicio, tiene relación con el elegir el propio destino de los sentimientos, de elegir con quién compartamos para el autocuidado afectivo, somos amos de nuestra tranquilidad, como también de la voluntad para abandonar aquello que nos pueda dañar. Resguardar nuestra verdad, trabajar esa verdad para restablecer las heridas, considerando lo innecesario que es que los demás la comprendan, será un buen motivo  para abrazar la propia almohada en paz.

¿ El porqué tantos se resisten a aceptar lo que les pueda permitir mejorar ?, en mi opinión, porque generalmente no sabemos o no queremos hacernos cargo de sí mismos y esa incapacidad se la atribuimos muchas veces a la madre, a los médicos, a nuestras desilusiones, a los deseos no cumplidos, como también al arrepentimientos y a tantos otros argumentos que espesan nuestro propio bosque, para salir de los estados críticos, tenemos que tener valentía y firmeza, ser constante en aquello que elijamos como propósito de vida, dejando de lado ante todo el pasado.


"No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad"

Arthur Schopenhauer

2 comentarios:

  1. A mi me diagnosticar Bipolaridad hace ya 5 años, aún no puedo entender por que a mi y no a mis hermanos o a mis papás.
    Los que tenemos esta enfermedad muchas veces dejamos el tratamiento porque nos sentimos mejor, engañándonos a notros mismos y a nuestro cuerpo.
    Hoy después de 5 años he empezado a cambiar de nuevo y lo estoy notando.
    Verán, cuando estamos enfermos todo cambia, hasta el pelo "literalmente", todo se ve diferente y por lo menos a mi, me ocurre muchas veces que me siento observada, perseguida y criticada por personas en la calle que ni conozco.
    Me da miedo esto, me aterra, ya que en mi última crisis escuchaba voces y no quiero que vuelva a pasar, me confié... deje los remedios y ahora estoy a puertas de caer, con un trabajo maravilloso en las manos de muy buen sueldo y terminando mis estudios como ingeniera.
    Si esto ocurre, como dice mi mamá y mi hermana, todo lo que ya tengo y he logrado se podría ir como arena en entre los dedos... es importante darse cuenta.

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  2. Milka más exacto no puede ser tu comentario, todo, absolutamente todo, tiene relación con la REALIDAD de la enfermedad, resumiste en sentido preciso lo que servirá a muchos otros pacientes, quienes como nosotras, han experimentado lo que significa seguir o dejar el tratamiento, es necesario y urgente entender que los medicamentos son de por vida y a la vez comprendiendo que eso, no es de una vez, si no, día a día.

    Gracias por tu aporte y ojalá seamos muchos quienes tomemos consciencia de cuales son las medidas para conseguir la normalidad, ah! y esa observación externa imaginaria es como tu dices, parte de la enfermedad, lo escuché en una charla, eso me sirvió para abandonar la "idea" de ahí la importancia del tratamiento y de tomar en serio la psicoeducación.

    Un abrazo, sigue bien.

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