Cuando una situación se hace insostenible, pareciera ser que será necesario por un tiempo prudente, no presionar a quien siente que quien más quiere ayudarlo, se trasforma en su peor enemigo.
Así es el caso de Angela, su hijo Ingeniero de veinte y siete años, por este último tiempo, presenta la bipolaridad al igual que ella, la diferencia que su tratamiento la mantiene bien, junto con haber aceptado que siendo una enfermedad, dependerá en varios aspectos de ella para que se mantenga estable, con conocimiento de este diagnóstico por ser parte de su vida, sabe que es posible sobrellevarlo y en base a esto es que ha puesto lo mejor para ayudar a su hijo, pero sus energías se han agotado al encontrar el rechazo en todo lo que le proponga a él, quien está descompensado.
Angela ha puesto todos los esfuerzos por lograr conseguir una evaluación médica y psicológica, la negación de su hijo ha permitido que empeoren día a día las relaciones y las reacciones.
Habiendo recurrido a todo tipo de orientación para saber que hacer y que en este caso, solo la internación podría hacerle ver la realidad a su hijo, él no lo ha permitido.
Como toda buena madre, no ha dejado de estar a su lado, pero hoy ella piensa que es necesario tomar de alguna manera la retirada y así espera que su hijo dentro de todo este estado descompensado, vuelva a ella extrañando no solo su preocupación, sino que su total dedicación.
Es muy complejo sobrellevar las reacciones de un paciente sin tratamiento, pero a veces puede dar resultado se nos pongan limites en silencio.
sábado, 28 de abril de 2012
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