Desde mañana 4 de Septiembre del 2011 se reanudan las reuniones de apoyo y orientación, para familiares y pacientes Bipolares y Depresivos, en Sala 13 de 14 a 15:30 hrs. en el Policlínico de Psiquiatría del Hospital del Salvador.
Revisando varios correos, me encuentro con este comentario que se hace común dentro de la problemática de un paciente.
"Ahora estoy sufriendo otra recaída, llevo una semana sin asistir a clases, y creo que me van a suspender, sigo teniendo problemas con mis padres y hermanos, porque me tratan mal, no comprenden mis estados de ánimo, mis cambios bruscos de opinión, mi manera de responder todo irritado siempre, siempre con ganas de que me dejen estar solo, no tenia ganas de escuchar a nadie estos días, porque tengo unos padres que siempre me están tratando como un enfermo... ya sabes
Tómate la medicación, has esto, has lo otro, ve a estudiar... come esto... yo así la verdad es que no puedo estar, y si encima me acuerdo del pasado vuelvo a estar triste, vuelvo a recaer, no se si las energías de mi habitación tendrán algo que ver... y aprovecho para preguntarte algo, ¿Existe alguna influencia por los que padecemos de esta enfermedad, de qué, el orden o el color de las paredes de nuestra habitación te hagan estar mas decaído? ¿Algo influye para que no podamos salir adelante, cuando pasamos muchas horas en el desorden de nuestro habitad?
Bueno, ante todo muchísimas gracias por preocuparte por mi y darme muy buenos consejos, yo lo estoy intentando todo"
Mi respuesta de esta vez: amigo, exactamente, el desorden y el color de las paredes influyen en nuestro estado anímico, otras veces lo hemos comentado, ojalá haciendo un esfuerzo en la voluntad, empezáramos deshaciéndonos de todo aquello que no ocupemos, luego ordenar y si fuese posible cambiar el color de las paredes por colores claros, mejor aún.
En relación a la familia, es aquí la importancia de la psicoeducación, educarse para hacer más liviana la carga, quien cuida al paciente se hace vital; el peor favor que se nos puede hacer es, darnos órdenes tras órdenes, anularnos en la iniciativa, la libertad y la autonomía, es perjudicial no sólo para el paciente, también para quienes nos rodean, porque se transforma en un círculo sin salida, anulando las buenas intenciones y acciones que nos viene a beneficiar a todos.
Como pacientes junto con pedir ser comprendido, debemos hacernos responsables para alcanzar a ser confiables y libres.
"La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga; es un hábito que ha de adquirirse"
David Lloyd George (1863-1945)
domingo, 4 de septiembre de 2011
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