Cada vez más, puedo reconocer que nuestra salud mental tiene gran relación con nuestras ideas. La elección de ellas, nos permitirán confiar en el valor que tiene lo que pensamos, sentimos o creemos, independiente de la aprobación o desaprobación de los demás.
Cada vez que padecemos de una crisis, nos vemos perdidos en la inmensidad de la vida y es casi imposible pensar que todo cambiará, sin embargo todo pasa y llegará el momento de reencontrarnos con una nueva posibilidad de recomenzar.
No existe la posibilidad de revertir de una vez, lo negativo por positivo, pero a la vez, no es imposible renovar lentamente la confianza en nuestras buenas y propias ideas que nos demostrarán que somos una persona capaz de reparar con valentía y vigor, lo que en un momento nos paralizó.
Hay responsabilidades que pasan a ser un deleite, como es convencerse que de los propios buenos actos, conseguiremos la salud del alma, una sana libertad y la satisfacción que el principio principal de nuestra vida, no es otro que pensar que la elección por la contemplación de lo bueno que vive en nuestro ser, es suficiente para encontrar un nuevo sendero.
viernes, 15 de julio de 2011
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