Me observo desde lo externo hacia como me siento y veo, parezco un remolino que no se ha detenido ni en pensamiento como tampoco en lo corporal, siento haber querido ser una fabrica de sentido positivo, un jardín que debí regar con apenas un hilo de agua, el que no se podía secar.
Un cansancio de tanto empujar mi propia carreta, se refleja y de sólo sentir que es así, me canso una y otra vez más, pero pude sostenerme sin que se hundiesen mis buenas intenciones, ahora necesito el silencio y algo de soledad para reconquistar mi aliento.
Estoy de regreso para reunirme con mis pares los días lunes; bien por mi bipolaridad que en este largo paréntesis no me falló.
Y permitió que mis nietas pudieran entregarme de bienvenida sus abrazos, besos y un ramo de flores.
domingo, 17 de abril de 2011
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