Me pregunto: ¿Por qué insistimos en dar más relevancia a nuestro diagnóstico que a nuestra calidad humana? y me digo, ¿No será esto motivo por el cuál los demás, nos identifican más como pacientes que como personas?
Generalmente insistimos en la enfermedad... y además agregamos "Si a mí no me hubiese pasado esto, mi vida sería otra" la suposición de una realidad distinta es común en todos; pienso que adaptarse y aceptar nuestra realidad toma valor y fuerza, cuando nos avocamos a replantearnos desde nuestras mejores intenciones.
Creemos ser siempre los mismos, sin embargo las circunstancias cambian y aunque vaya a nuestro lado la bipolaridad es posible renovar los propósitos, como por ejemplo abandonar ese sentimiento de pesar, insistiendo en que a los bipolares nos tocó vivir lo peor.
ESTOY CONVENCIDO DE QUE EN UN PRINCIPIO DIOS HIZO UN MUNDO DISTINTO PARA CADA HOMBRE, Y QUE ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS MISMOS, DONDE DEBERÍAMOS INTENTAR VIVIR.
OSCAR WILDE
jueves, 25 de febrero de 2010
domingo, 21 de febrero de 2010
Entre Tu y YO
Todos hemos pasado u otros están pasando por esta decisión de dar a conocer el Trastorno Afectivo Bipolar, que por los prejuicios de los demás, es mejor callar, a muchos pacientes eso no les hace bien, entonces podemos hablar de todo lo que nos pasa, pero comentándolo como si le ocurriese a otra persona, nos daremos cuenta del corazón compasivo que tiene el interlocutor, lo educaremos y a la vez nos liberaremos del secreto.
jueves, 18 de febrero de 2010
La fuerza de la debilidad
¿Qué nos mantiene suspendidos en esa constante búsqueda del saber por qué sentimos internamente lo que sentimos? me parece cierto que es la "fuerza" de la "debilidad" la que nos impide sostener algo que no comprendemos, que no queremos entender, que nos duele demasiado o que no nos atrevemos a exteriorizar, en definitiva, temores. Así es como queda abierta la puerta para que pase la bipolaridad, cuando más expuesto estamos, cuando nos confiamos que ya hemos consumido suficiente medicamento, pero tatándose de esta afección, reconozco que lo suficiente no es suficiente, si queremos mantener la estabilidad.
Hay alguien a quien admiro por su fortaleza, aunque de apariencia frágil, disciplinada en su tratamiento el que ha pasado a ser su primera fortaleza, logra soportar y enfrentar de manera inteligente a su hija adulta quien la trata livianamente y constantemente de "loca", a esta hija le fastidia la palabra bipolaridad, se jacta de haberlo leído todo y su calidad humana no la hace comprender nada; pero el refuerzo de la psicoterapia a María de los Angeles le ha permitido lograr la Asertividad, ha llegado a entender que lo que piense alguien que nos quiera dañar es obra de su propia confusión mental, de sus complejos y principalmente de su falta de amor.
Con María de los Angeles hablamos continuamente y ordenamos la vida, me encanta escucharle "no lo había visto desde ese punto de vista..." y ese punto lo aplica, como herramienta ante las ofensas, guarda Silencio y lo mejor que surte buen efecto. Muchos podríamos pensar que la solución es que si a alguien no le gusta nuestra manera de ser, se marche, pero pareciera ser que algunos hijos les es mas válido sacar provecho que ser justos y una madre morir noble más que salvar su dignidad.
Hay casos y casos. recuerdo a una paciente haber llegado a una reunión a conocer qué haciamos allí, observó, lapiz y papel en mano y al final se despidió diciendo, discúlpenme, pero yo pensé que esto era más interesante, lo que pudo escucharse algo ofensivo, me hizo experimentar como vamos de confundidos, si despertaramos a esa verdad que lo mas interesante está en uno mismo, en nuestro mundo interior, en nuetra alma, ahí tambien está el remedio para vivir más suavecito el drama.
"EL MAS BELLO DE LOS JARDINES, NO ES AQUEL QUE TIENE LAS MAS HERMOSAS DE LAS FLORES, SI NO AQUEL QUE ENCUENTRA A ALGUIEN QUE SACA SUS MALEZAS"
Hay alguien a quien admiro por su fortaleza, aunque de apariencia frágil, disciplinada en su tratamiento el que ha pasado a ser su primera fortaleza, logra soportar y enfrentar de manera inteligente a su hija adulta quien la trata livianamente y constantemente de "loca", a esta hija le fastidia la palabra bipolaridad, se jacta de haberlo leído todo y su calidad humana no la hace comprender nada; pero el refuerzo de la psicoterapia a María de los Angeles le ha permitido lograr la Asertividad, ha llegado a entender que lo que piense alguien que nos quiera dañar es obra de su propia confusión mental, de sus complejos y principalmente de su falta de amor.
Con María de los Angeles hablamos continuamente y ordenamos la vida, me encanta escucharle "no lo había visto desde ese punto de vista..." y ese punto lo aplica, como herramienta ante las ofensas, guarda Silencio y lo mejor que surte buen efecto. Muchos podríamos pensar que la solución es que si a alguien no le gusta nuestra manera de ser, se marche, pero pareciera ser que algunos hijos les es mas válido sacar provecho que ser justos y una madre morir noble más que salvar su dignidad.
Hay casos y casos. recuerdo a una paciente haber llegado a una reunión a conocer qué haciamos allí, observó, lapiz y papel en mano y al final se despidió diciendo, discúlpenme, pero yo pensé que esto era más interesante, lo que pudo escucharse algo ofensivo, me hizo experimentar como vamos de confundidos, si despertaramos a esa verdad que lo mas interesante está en uno mismo, en nuestro mundo interior, en nuetra alma, ahí tambien está el remedio para vivir más suavecito el drama.
"EL MAS BELLO DE LOS JARDINES, NO ES AQUEL QUE TIENE LAS MAS HERMOSAS DE LAS FLORES, SI NO AQUEL QUE ENCUENTRA A ALGUIEN QUE SACA SUS MALEZAS"
lunes, 15 de febrero de 2010
INQUIETUD
Para muchos de nosotros en período de vacaciones de verano, eso no está como plan de vida como para la mayoría de las personas, por la afección del ánimo, así es como llegan muchas consultas a través del correo para salir de dudas, encontrar apoyo y a la vez comentar que se sienten identificados con algunos comentarios del blog, reflejo de otros pacientes.
Lo mejor de todo para quien necesita contención es sentir la acogida sincera, afectiva y contar con la respuesta de uno más que conoce la experiencia bipolar, cambia el sentido de angustia, de ese no saber que hacer y que si compartimos la causa, aminora la angustia y tambien disminuye ese sentimiento de ver todo perdido.
Escribió una paciente, ella dice no saber como opinar en este Blog, pero el ir y venir de la comunicación le sirvió, primero para liberarse de esa aprehensión de querer hacer comprender a su marido que su enfermedad es real; en mi opinión ella no es la persona más adecuada para quitarle la vendas de los ojos, el consejo apunta a recurrir a los profesionales para que le den, a su marido, a conocer a través de la psicoeducación, lo que muchos familiares desconocen de la bipolaridad.
A veces es más bien el miedo a lo ignorado, que la indiferencia de familiares y personas en general, de no querer enterarse que es este Trastorno Afectivo Bipolar, la bipolaridad es una enfermedad, pero es más que eso, la bipolaridad es una condición que nos permite destacarnos en muchos aspectos, pero necesitamos desarrollarnos en un ambiente armónico de afectos, así el paciente puede sorprender y sorprenderse con sus cualidades, su esfuerzo, el sentido común, el resolver problemas o acciones de manera más efectiva que alguien "normal".
Muchas familias se dejan llevar por los hechos, sin entender que todo pasa y que vuelve la tranquilidad para ellos y nosotros logrando superarnos todos, así cada vez van disminuyendo los altibajos.
La enfermedad tiene sus períodos, pero eso no significa que estemos desequilibrados de por vida.
Quienes primero debemos tener conciencia de esto, somos nosotros mismos, dejar de vernos enfermos siempre, para lograr a través de la fe, la fortaleza; mi ejemplo, el temblor de mis manos que a veces llama la atención, no me impide dejar de realizar las tareas diarias del quehacer y eso llama la atención, entonces, cuando alguien me pregunta ¿Por qué te tiemblan las manos? respondo: Porque tu me haces esa pregunta, por eso tiemblan mis manos...
FORTALEZA
Es la capacidad de resistir el mal, soportar las molestias, o entregarse con valentía, acometiendo una acción a favor de un bien mayor.
Cuando miramos hoy la raza humana vemos seres débiles, temerosos, impacientes e impávidos contentándose con lo justo y necesario. Pareciera que ya no se tiene el ánimo o las ganas de luchar por un ideal y arriesgarse por él.
Lo mejor de todo para quien necesita contención es sentir la acogida sincera, afectiva y contar con la respuesta de uno más que conoce la experiencia bipolar, cambia el sentido de angustia, de ese no saber que hacer y que si compartimos la causa, aminora la angustia y tambien disminuye ese sentimiento de ver todo perdido.
Escribió una paciente, ella dice no saber como opinar en este Blog, pero el ir y venir de la comunicación le sirvió, primero para liberarse de esa aprehensión de querer hacer comprender a su marido que su enfermedad es real; en mi opinión ella no es la persona más adecuada para quitarle la vendas de los ojos, el consejo apunta a recurrir a los profesionales para que le den, a su marido, a conocer a través de la psicoeducación, lo que muchos familiares desconocen de la bipolaridad.
A veces es más bien el miedo a lo ignorado, que la indiferencia de familiares y personas en general, de no querer enterarse que es este Trastorno Afectivo Bipolar, la bipolaridad es una enfermedad, pero es más que eso, la bipolaridad es una condición que nos permite destacarnos en muchos aspectos, pero necesitamos desarrollarnos en un ambiente armónico de afectos, así el paciente puede sorprender y sorprenderse con sus cualidades, su esfuerzo, el sentido común, el resolver problemas o acciones de manera más efectiva que alguien "normal".
Muchas familias se dejan llevar por los hechos, sin entender que todo pasa y que vuelve la tranquilidad para ellos y nosotros logrando superarnos todos, así cada vez van disminuyendo los altibajos.
La enfermedad tiene sus períodos, pero eso no significa que estemos desequilibrados de por vida.
Quienes primero debemos tener conciencia de esto, somos nosotros mismos, dejar de vernos enfermos siempre, para lograr a través de la fe, la fortaleza; mi ejemplo, el temblor de mis manos que a veces llama la atención, no me impide dejar de realizar las tareas diarias del quehacer y eso llama la atención, entonces, cuando alguien me pregunta ¿Por qué te tiemblan las manos? respondo: Porque tu me haces esa pregunta, por eso tiemblan mis manos...
FORTALEZA
Es la capacidad de resistir el mal, soportar las molestias, o entregarse con valentía, acometiendo una acción a favor de un bien mayor.
Cuando miramos hoy la raza humana vemos seres débiles, temerosos, impacientes e impávidos contentándose con lo justo y necesario. Pareciera que ya no se tiene el ánimo o las ganas de luchar por un ideal y arriesgarse por él.
jueves, 4 de febrero de 2010
Un caso
La responsabilidad de orientar y apoyar a pacientes y sus familiares, me ha permitido establecer un vínculo estrecho de respeto, fidelidad y comprensión con varios de ellos.
A través de esto ha sido posible, tantas veces, ver desechar las ideas más delicadas que muchos pacientes tienen por sus estados, estados que nos hacen pensar que ellos no tienen solución.
Recuerdo después de terminar uno de los encuentros, ver a alguien mirarme a la distancia con sus ojos en lagrimas, me acerqué pregunté: ¿qué pasó? su silencio angustiante me movió a repetirle la pregunta, no hubo respuesta y se alejó; pasaron tres días sin poder olvidar a ese paciente con su mirada que me hablaba de necesitar ayuda; conseguí su teléfono y le hablé, logré que me confesara su pensamiento y así fue como me dediqué a contenerlo telefónicamente mañana y noche, haciéndole valorarse, a buscar motivación para dejar de pensar en una decisión que no sólo lo perjudicaría a él sino a todos quienes lo quieren.
Su propuesta me hizo preguntarle: ¿a quien quieres castigar? y su reacción me dio tranquilidad, demostró amar a los demás.
Vuelvo a sentir y a pensar, el cambio que puede haber ante una oscura verdad, cuando alguien nos pone atención.
Pasaron cinco días, pensé que sin duda más que mi aporte, necesitaba la opinión de su médico, el servicio público nos atiende con una cita y fecha determinada podemos asistir a Urgencia, pero estamos callados, paralizados; entonces llamé al lugar donde se atendía, logré hablar con la secretaria de psiquiatría, ella se sorprendió con mi relato, solicité hablar con el médico, él no se encontraba, me despedí con la esperanza que de lo que pasaba se le informara.
Muchos pacientes no revelan sus oscuras ideas a los profesionales, muchas veces no porque no se quiera, sino porque el dominio de la mente nos convence que callemos.
Seguí manteniendo el dialogo con Ernesto, la gran parte del día dormía, reconocía que nadie de quienes lo acompañaban, no imaginaban de las intenciones que lo embargaban. sólo sabía que él no era aporte ni necesidad para alguien.
Preguntarle sobre qué condiciones de él reconocía, enumeraba varias, eso me animaba para seguir en mi intento de apoyarlo a comprometerme realizar en el hospital juntos, algo de manualidades que sin duda le daría vida, confianza y alegría, es tan necesario realizar una tarea, porque ella es reflejo de nuestra persona.
La inactividad no es un medio para crear, cuando salimos de una crisis, estamos sanos de mente y físicamente, pero espiritualmente muchas veces seguimos dormidos, entonces allí necesitamos de la inteligencia de los demás, que ellos nos den alguna responsabilidad, dentro de la familia podemos pagar cuentas, responder ante un simple trámite, nos hace contactarnos con la realidad, con la responsabilidad, el respeto, la solidaridad.
Cuan importante es que dejen de vernos como seres siempre enfermos, si nos ven alicaídos es porque estamos inactivos.
Mis buenas intenciones y tal vez escasa motivación, permitió que Ernesto me diera una gran sorpresa, al llamarlo un día domingo, le pregunté qué estaba haciendo, respondió: “pintando mi pieza” … dije: ¿de qué color? : “blanco”… respondió y ¿de qué color estaba antes? azul, era muy oscura…
Y se fueron abriendo cambios, su pensamiento oscuro se matizaba a través de nuevos estímulos.
Volvimos a encontrarnos en una nueva reunión, el tuvo un gesto caballeroso, abrió la puerta para que pasara primero; le pregunté ¿qué pasa por tu mente, Ernesto? … respondió: “espero disfrutar del deporte que más me gusta”…
Hay satisfacciones inesperadas para mí, como la que me ha dado Ernesto, no lo conozco más de un mes y sus reacciones parecieran espontaneas, lo que no es fácil de conseguir cuando la enfermedad nos hace dar todo por perdido, aquí una vez más queda demostrado que la bipolaridad radica en lo afectivo.
Tal vez, con Ernesto vayamos con el tiempo por caminos paralelos, lo que ha importado esta vez, es haber estado allí cuando lo embargaba una mala idea, un silencio que pudo haberlo traicionado.
Ernesto exteriorizó sus pensamientos a su médico y es lo necesario para que nos ayuden a restablecernos.
Mientras tanto seguiré orando por Ernesto
A través de esto ha sido posible, tantas veces, ver desechar las ideas más delicadas que muchos pacientes tienen por sus estados, estados que nos hacen pensar que ellos no tienen solución.
Recuerdo después de terminar uno de los encuentros, ver a alguien mirarme a la distancia con sus ojos en lagrimas, me acerqué pregunté: ¿qué pasó? su silencio angustiante me movió a repetirle la pregunta, no hubo respuesta y se alejó; pasaron tres días sin poder olvidar a ese paciente con su mirada que me hablaba de necesitar ayuda; conseguí su teléfono y le hablé, logré que me confesara su pensamiento y así fue como me dediqué a contenerlo telefónicamente mañana y noche, haciéndole valorarse, a buscar motivación para dejar de pensar en una decisión que no sólo lo perjudicaría a él sino a todos quienes lo quieren.
Su propuesta me hizo preguntarle: ¿a quien quieres castigar? y su reacción me dio tranquilidad, demostró amar a los demás.
Vuelvo a sentir y a pensar, el cambio que puede haber ante una oscura verdad, cuando alguien nos pone atención.
Pasaron cinco días, pensé que sin duda más que mi aporte, necesitaba la opinión de su médico, el servicio público nos atiende con una cita y fecha determinada podemos asistir a Urgencia, pero estamos callados, paralizados; entonces llamé al lugar donde se atendía, logré hablar con la secretaria de psiquiatría, ella se sorprendió con mi relato, solicité hablar con el médico, él no se encontraba, me despedí con la esperanza que de lo que pasaba se le informara.
Muchos pacientes no revelan sus oscuras ideas a los profesionales, muchas veces no porque no se quiera, sino porque el dominio de la mente nos convence que callemos.
Seguí manteniendo el dialogo con Ernesto, la gran parte del día dormía, reconocía que nadie de quienes lo acompañaban, no imaginaban de las intenciones que lo embargaban. sólo sabía que él no era aporte ni necesidad para alguien.
Preguntarle sobre qué condiciones de él reconocía, enumeraba varias, eso me animaba para seguir en mi intento de apoyarlo a comprometerme realizar en el hospital juntos, algo de manualidades que sin duda le daría vida, confianza y alegría, es tan necesario realizar una tarea, porque ella es reflejo de nuestra persona.
La inactividad no es un medio para crear, cuando salimos de una crisis, estamos sanos de mente y físicamente, pero espiritualmente muchas veces seguimos dormidos, entonces allí necesitamos de la inteligencia de los demás, que ellos nos den alguna responsabilidad, dentro de la familia podemos pagar cuentas, responder ante un simple trámite, nos hace contactarnos con la realidad, con la responsabilidad, el respeto, la solidaridad.
Cuan importante es que dejen de vernos como seres siempre enfermos, si nos ven alicaídos es porque estamos inactivos.
Mis buenas intenciones y tal vez escasa motivación, permitió que Ernesto me diera una gran sorpresa, al llamarlo un día domingo, le pregunté qué estaba haciendo, respondió: “pintando mi pieza” … dije: ¿de qué color? : “blanco”… respondió y ¿de qué color estaba antes? azul, era muy oscura…
Y se fueron abriendo cambios, su pensamiento oscuro se matizaba a través de nuevos estímulos.
Volvimos a encontrarnos en una nueva reunión, el tuvo un gesto caballeroso, abrió la puerta para que pasara primero; le pregunté ¿qué pasa por tu mente, Ernesto? … respondió: “espero disfrutar del deporte que más me gusta”…
Hay satisfacciones inesperadas para mí, como la que me ha dado Ernesto, no lo conozco más de un mes y sus reacciones parecieran espontaneas, lo que no es fácil de conseguir cuando la enfermedad nos hace dar todo por perdido, aquí una vez más queda demostrado que la bipolaridad radica en lo afectivo.
Tal vez, con Ernesto vayamos con el tiempo por caminos paralelos, lo que ha importado esta vez, es haber estado allí cuando lo embargaba una mala idea, un silencio que pudo haberlo traicionado.
Ernesto exteriorizó sus pensamientos a su médico y es lo necesario para que nos ayuden a restablecernos.
Mientras tanto seguiré orando por Ernesto
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