La independencia afectiva es lo que me permite situarme en mi propio universo, sí, soy el eje que moviliza mi existir, es así como me convenzo que eso me permite fluir, experimentándolo de esa manera, logro comprender que tengo atribuciones sobre cada acontecimiento porque la realidad es el instante que estoy hallando, cada cual tiene la misma posibilidad, así podremos no involucrarnos con aquello que nos pueda perjudicar.
De no conseguir esta independencia, mi inseguridad hacía que hiciera responsable a los demás de todo aquello que me llevaba más que hoy, a un estado de angustia, de abandono a ese abandono que es creado por sí mismo.
miércoles, 29 de julio de 2009
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